15 de diciembre de 2014

El Espacio de las Hadas

Empiezo con este Video: Nómadas (Wanderers) de Erik Wernquist, llegado de la mano de Adrián Paredes (@elfrasco2046):


En el video se ven personas dando vueltas por el Sistema Solar: en órbita terrestre, en ciudades y paisajes de Marte, asteroides colonizados, los hielos de Europa, los Anillos de Saturno, las Nubes de Titán.
Y me impactó la imagen fija del video: un Hada sonriendo ante esos paisajes.
Lo que me hizo pensar...

Tenemos muy grabada una imagen sobre el Espacio, una visión simbólica implantada en nuestras mentes y criterios. Una imagen que no es porque sí, que puede fundamentarse en la Física y la Ingeniería sin discusión... y aún así.
Una visión, si se quiere, masculina del Espacio.
Donde quienes van arriba-afuera rara vez son mujeres.
Tod@s tienen algún rango o capacitación de tipo militar.
Se abordan inmensos cohetes como el Saturno V, inmensos falos de 110 metros de acero, titanio y aluminio, con la potencia de una bomba nuclear. 
Que en una serie de orgasmos de fuego, se desarman en ruta para dejar unas Almas sobre un objetivo, en cápsulas como balas de cañón (y poco importa, en verdad, si son cápsulas o naves aladas).
Donde solo los Estados son capaces de afrontar las construcción de semejantes monstruos y tamaños esfuerzos.
Todo para un tiempo limitado, estrictamente controlado. Donde hasta el último segundo está medido y evaluado, sin improvisar y cada tarea está meticulosamente chequeada, documentada y ensayada.
Pues no hay margen de error: el error es la Muerte.
Y la Muerte es compañera de viaje y gaje del oficio.
En misiones donde el éxito se sella en el Retorno.
Y quizá deba ser así, al menos por ahora donde surfeamos en la resaca de las olas del Siglo XX, en un Siglo 20 y medio que no llega a ser del todo 21.
Donde todo es oscurecido por la escasez.
Nada escapa al enfoque de los Medios, la decisión Política y la aprobación burocrática.
Y para todo hay que esperar años.
Porque es muy difícil o muy complicado, demasiado grande o muy costoso, o directamente todo junto.


Mas hay señales de otro enfoque, una visión más femenina.
Que complementa la que ya está, para superarla.
En un nuevo Espacio, el Espacio de las Hadas.
Que simbólicamente no es para atravesarlo, sino para habitarlo. Y me quedo con esta foto, que es Historia:

Ellen Ochoa en órbita a bordo de Discovery. Misión STS-56 (1993)


Me viene a la mente el Corpiño 2.0.
Y que a las Hadas no les molesta insertarse tatuajes permanentes, piercings en sitios insólitos. Mañana mismo serán circuitos, sensores, procesadores complementarios o redes completas de elementos conocidos o imaginados, en una Fiesta Cyborg que para ellas será tan Moda como la ropa.
Con significados y señales tan propios como los que dan al usar anillos, maquillajes, pestañas postizas y pintura de labios.
Todo para estar conectadas a un entorno integrado a ellas.
Que les dará vida, y al que ellas darán Vida.
Porque por ese lado irá la cosa.
Algo a lo que toda Hada está acostumbrada.
No es casual que haya aparecido este artículo sobre la primera impresión 3D en órbita, el primer paso para fabricar objetos en el Espacio sin tener que traerlos desde Tierra.
Tampoco es casual que se experimente con imprimir ropa, algo que a las Hadas les es tan importante.


Vestido impreso en 3D, vía Mar Abad (@MarAbad)

En el Espacio hay abundancia de lo que en Tierra queda poco: recursos y energía.
Obviamente, apenas dimos un paso y sabemos muy poco del asunto: es afrontar un escenario en otra Escala, distancias, tiempos y situaciones diferentes.
Mas las Hadas tienen aguante: fortaleza, paciencia y pragmatismo.
El saber esperar el momento para cada paso adelante, cuidando de las situaciones como si fuesen sus hij@s.
Consumiendo menos aire, comida y agua. 
Resistiendo mejor las fuerzas G en aceleraciones.
Con una pasión y dedicación que pocos hombres tienen.
Y la entrega suficiente como para decidir o aceptar ir... para no volver.


¿Es demencial lo que escribo? No.
Es algo que muchas mujeres vivieron en la Historia: crear una nueva Vida en tierras desconocidas.
Y las Hadas no dudan en hacer lo mismo, si se lo pide su Corazón.
Da igual si es por su Pasión personal o por estar con quien Aman, muchas veces ambas cosas.
Tengo la Gracia de conocer Hadas que dejaron atrás una Vida asegurada, enfrentando incertidumbres a pulso en pos de su propio Sueño.
Tuve una Abuela, Alta Hada, que ante la Segunda Guerra Mundial vino a la Argentina buscando con sus manos vacías la Paz para que crecieran sus hijas.
No le importó dejar un pasado aristocrático para ganarse su lugar, trabajando desde bien abajo. Y tanto se comprometió, que cuando tuvo oportunidad de volver a su lejana Ucrania la rechazó.
Ni siquiera para una visita.
Media familia buscando convencerla de que viajara y ella mandándolos al diablo, en un castellano que nunca aprendió a pronunciar del todo:


¿Para qué ir, para llorar una vida que dejé?
Mi Vida es ésta, y está acá.


Suena tan raro esto que cuento porque implica valor y sacrificio, palabras que hoy consideramos obsoletas, ni las entendemos.
Mas las Hadas las conocen, las viven cuando se convierten en Mamás.
Tanto mamás de sus hij@s, como del Mundo que ellas mismas crearon con sus manos.
¿Es un delirio imaginarlas emigrando al Espacio?
¿Buscando propagar Vida en la Inmensa Nada, para hacerla florecer?


Confieso que al tipear las líneas de arriba tenía la boca abierta.
Por una Visión inspirada que siento acorde con lo que tantas Hadas tienen para Dar.
Un Proyecto infinito para que desplieguen sus Alas.
¿Quién sabe? Tal vez...
Mas es aún muy pronto, el Tiempo lo dirá.



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