18 de enero de 2015

Replantearse TODO



Replantearse todo, realmente TODO, es jodido. Jodidísimo.
Ya buscar abarcar todo lo es: de entrada, sabés que no será posible.
Porque hay cosas que un@ no quiere animarse a mirar.
Porque replantearse, ante todo es verse.
Verse como Flujo y en especial como Ying-Yang.
A la parte oscura siempre la escondemos, asusta sacarla a la luz.
Aunque lo que de verdad tememos ver, es que lo que creemos luminoso no lo es tanto.


Luego viene el tema de aceptar lo que ves de vos.
Que ya es verte y también juzgarte.
Creo tengo suerte de hacerlo a los 45 años, es otra visión de las cosas.
Haberlo hecho antes era hacerlo con mas exigencia y también con mas furia.
Pero los 40 te hacen considerar el contexto de todo.
Y haber vivido lo que viviste te da noción de lo que realmente importa.
No te referenciás en otr@s ni lo que otr@s hayan logrado.
A los 45, lo que no tuviste es porque en el fondo, nunca te importó.
Y conseguiste lo que querías y podías conseguir.
Ya no te ves infinit@, aprendiste que sos limitad@.
Hay cosas que por más que intentes, si no las hiciste en su momento ya no serán.
Mas viéndolas en su contexto, no duelen tanto.
Los límites son fichas nuevas en un nuevo tablero de juego.


Aún así, es duro. En mi caso al menos.
Ayuda mucho que ahora me quiera más, en eso crecí bastante.
Lo Ying y lo Yang de mí surfea a su aire, con lágrimas y sonrisas.
Y hay cierto humor en la mirada, con mas melancolía que bronca.
Por ahora es más ver lo no hecho que lo mal hecho.
Saber, sentir que hay caminos que ya no serán tomados.
Y ver que hay muchos, muchísimos mas adelante.
Aunque ¡AY! para tomarlos hay un precio a pagar.
Que es sacarte de encima prejuicios.
Trabas hijas de tus propios miedos, sin fundamento real.
Aceptar que sin esas trabas no estás desnud@.
Y también reconocer que mucho valioso de vos, no vale nada ahora.
Duele soltarlo y dejarlo, mas te sacude ver que sin eso no sos menos.
Asusta ver que lo que te queda es TAN poco.
Mas te sorprendés al ver que, con tan poco, prácticamente lo hiciste todo.


Por si te toca replantearte todo también, tres cosas.
Primera, estas ideas de Gabriel Bortnik (@gbortnik) que me ayudan mucho:

  • Reducir la complejidad permite ordenar un sistema y encontrar las condiciones de su upgrade.
  • La primer decisión de un proceso de transformación no es qué se busca lograr sino qué se pretende conservar.
  • El mayor impacto no está en incorporar lo nuevo sino reconocer dónde se han cristalizado prácticas que pertenecen a otro momento.
  • Se observa mejor desde un 'claro ontológico'; efecto en el lenguaje al conversar desde la reflexión y en presente.


Segundo, estos cinco pasos para cambiar vía Inma (@iVidaenPositivo): 



Y por último, esta recomendación de parte mía:

Alza la Vista,
ya miraste mucho tus pies:
tu Deseo marca dónde ir,
tus Sueños son la Luz en el camino.


EXITOS & sonrisas para vos.
No merecés menos.

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