12 de enero de 2015

SURFEAR

Hada surfeando (...ellas saben)

Surfear: verbo del Siglo 21.
Sinónimo de moverse, trabajar, hacer, sentir... y todo eso junto.
Forma dinámica de enfrentar el Mundo.
Mundo hecho cada vez más de flujos.
Flujos de información, comunicación, trabajos, emociones, relaciones y amores.
Todos juntos, en red y arremolinados.
En un oleaje que no termina nunca.


Para surfear tenés tu tabla.
Tabla armada con tus conocimientos, habilidades, Sueños.
Con el color de tu personalidad y el temple de tu Corazón.
O sea: la tabla sos vos.
Para surfear mejor, vos y tu tabla tienen que ser un@.
Por eso cada día hay que entrenarse.
En especial: conocerse.
Mas eso no se hace quiet@.
La mejor forma es surfear una y otra y otra vez.


En el flujo, entrando en flujo 

Surfear es para tod@s.
No importa la edad que tengas.
Y a la vez: no importa si tenés ventajas o no.
Pues para los flujos, tod@s somos iguales.
Y hay un flujo para cada Persona.
Si no empezaste, podés hacerlo ya.


Al surfear, importa la acción.
La Diferencia viene con aquello (o quien) más se mueve, o te hace mover.
Porque no lo olvides: están los flujos de fuera.
Mas también los tuyos por dentro.
Y hay momentos en tu Vida en que importan mucho más.


Para todo eso hay que estar atent@.
Verdaderamente despiert@.
Con vos mism@ y con el Mundo.
Verte en tu ying-yang. Y claro, casi siempre no te gusta.
Mas hay que hacerlo para no quedarse quiet@.
Pues no moverse es darle lugar al miedo. O al Ego. O la Ilusión.
Todas cosas que traban, cierran espacios para seguir surfeando.
Que te dejan en la playa mirando todo desde afuera.
Creyendo que tu opinión sirve para algo.
Mas para quien surfea, tus palabras son parte del flujo nomás.


Sobre tu tabla, en la Vorágine, es el aquí y ahora.
Ser flujo volviéndose flujo.
Y todo lo que sirve es solo lo que fluye.
Estar atent@ a eso es síntesis permanente.
Chequear y probar sin parar.
Y a veces aceptar que lo que antes funcionaba ya no va.
A veces reconocer que tu percepción es corta, larga o directamente equivocada.
O que te confiaste demasiado y peor, te dormiste.
Casi siempre, eso lo ves cuando vienen las olas malas.
Esas que se derrumban sobre vos.
Y te revolean por el aire y contra el suelo.


Quedar revolead@ y volver a empezar

Si: hay olas que te dejan caíd@ en la arena.
Que dejan tu tabla hecha astillas.
Y te pueden hacer pensar que nunca volverás al agua.
Mas ¿sabés?
Si estás viv@, regresás al Gran Flujo.
A veces, ni siquiera por vos mism@.


Porque nunca estás sol@.
Porque tu Corazón sigue encendido, aunque ni lo veas.
Porque estás aquí y eso hace Diferencia.
Y cuando todo parece decir NO, aparece algo o alguien que te dice SI.
Un flujo que te levanta y te lleva de nuevo a surfear.


Para que aprendas de nuevo.
Y cabalgues los flujos mejor, o de nueva manera.
Y con eso te veas distint@, hasta empezando una Nueva Vida.
Con eso quizás, también comprendas.
Que caerse o ser derribad@ es solo parte del Juego.
Que el Juego no termina nunca.
Que a veces toca cambiar de reglas, porque ellas también son Flujo y cambian.
Y si seguís aquí, es para que sigas surfeando.
Y más: acompañar, ayudar a que surfeen otr@s.


Escribo este flujo de palabras pues también surfeo.
Lo hice antes, y ahora de maneras nuevas que nunca imaginé.
Escribo porque quedé muy estrellado.
Porque ahora quiero surfear de nuevo.
Por agradecimiento a tantas Hadas y muchos Maestros que me enseñaron y enseñan cómo ser un@ con las olas.
Dicho de otra forma: cómo usar tus propias alas.
Y para poner a mi manera lo que tengo para dar.


Pues es la Humanidad la que surfea.
Lo hace cada vez más, desde la Noche de los Tiempos.
En tod@s y cada un@.
Sencillamente, Surfear es Vivir.


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