29 de febrero de 2016

SINGULARIDADES 2: La Singularidad Humana

Computadora Analógica de papel (1490):
obsérvese el Toque Humano en los Datos

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Hoy somos poco mas de 7400 millones de personas, cada vez más conectadas y relacionadas. Para los fans de la Singularidad Tecnológica, eso es a la vez un parámetro y un efecto pero ¿y si fuera parte de otro proceso en crecimiento?

Desde hace algunas décadas sabemos que en sistemas dinámicos de gran escala las relaciones e interacciones no son lineales, tampoco en un solo sentido.
Se basan en feedbacks o realimentaciones que además de lineales pueden ser ramificadas, involucrando entidades de diferentes tipos y a distintas escalas. Lo vemos en el tema ecológico, en la economía y en la política.

Además, en los últimos años se hace presente el término complejidad, que no solo se aplica a los temas del párrafo anterior, sino en especial a las investigaciones en genética y en particular, en neurología. Hoy el Santo Grial de la investigación científica es poder comprender cómo está constituido y opera el cerebro humano; que a la vez, es quizás el desafío más grande jamás afrontado debido a la inmensa complejidad del mismo.

Un factor común, que podemos observar como síntesis de ambos campos, es la invención enormemente popular llamada internet. Para los fans de la Singularidad Tecnológica, es todo un símbolo de la misma Singularidad, un ejemplo de crecimiento y desarrollo exponenciales que responde a la ley de rendimientos acelerados de Raymond Kurzweil.

Podemos decir que internet es claro ejemplo de lo expuesto arriba por ser un sistema complejo, de escala planetaria, que desarrolla cada vez más funciones e interviene en cada vez más inter-relaciones, muchas veces realimentadas. Para autores como Kevin Kelly, puede entenderse a Internet como una supermáquina o mejor como un supercerebro de alcance planetario, referente definitivo para todo ser humano, hipótesis que varios fans del Futurismo y Transhumanismo gustan de creer con fe casi cercana al dogma.

Ahora bien, tenemos los sistemas complejos, el estudio del cerebro e incluimos internet en este análisis. ¿Dónde está la Singularidad Humana?

No podemos negar que internet es la herramienta humana de crecimiento más explosivo jamás registrado, con un potencial inmenso que todavía no entendemos, a una escala tan vasta que no podemos abarcar. La cantidad de información (siempre en crecimiento) que acumula, y en especial la velocidad de circulación, relación y cambio de esa información la convierten en el estímulo más poderoso jamás inventado.

Hoy sabemos que el cerebro humano, todo cerebro humano, es una entidad enormemente adaptable, capaz de auto-modificarse para mejorar su adaptación a diferentes estímulos. Creíamos que esa adaptación solo ocurría en la niñez y pubertad, que en la adultez el cerebro “estaba definitivamente ensamblado” y no se adaptaba más: esa suposición es falsa.

Puede estimarse que 2000 millones de personas acceden a Internet en forma cotidiana. Hoy, ahora, en cada una de esas personas, en vos y en mí, en mayor o menor medida se adaptan y modifican comunicaciones entre neuronas, redes neuronales completas y no sabemos si las propias neuronas cambian en algo. Una gimnasia cerebral que se da día tras día, y como toda buena gimnasia en crecimiento sostenido a lo largo del tiempo. No solo recibiendo y acumulando información, también procesándola y entregándola de nuevo al circuito: un proceso realimentado, feedback constante que promueve que el proceso aumente de forma acelerada. ¿Estos patrones te resultan familiares?

Antes internet, para el gran público, era la inmensa biblioteca de sitios web y blogs, con información relativamente estática de consulta y referencia. Hoy hablamos de la Web 2.0, con las redes sociales: FacebookTwitter, Google+ y muchas más, donde quienes ingresan ven información dinámica y cambiante, con la cual interactúan y a la que agregan más información y más conexiones en forma cada vez más acelerada. 

Todo esto, nuevamente, repercute en el cerebro, en el cerebro adaptable de cada uno de nosotros.

Un efecto posible es el que señala Santiago Bilinkis respecto de la fragmentación de la atención para quienes usan Twitter. No tiene por qué ser el único, tanto en forma positiva como negativa.
¿Hacia dónde va ese proceso? Recién ahora estamos empezando a verlo, y posiblemente no tengamos conciencia de todos los detalles, así que solo podemos conjeturar. Lo que sí sabemos es que según estimaciones, en 10 o 15 años la cantidad de personas conectadas a internet se duplicará. Y si el ritmo se mantiene (suposición conservadora, ya que según la ley de rendimientos acelerados lo más probable es que se incremente), para alrededor del 2030 cada ser humano del planeta estará conectado a Internet de alguna forma.
Algunos fans de la Singularidad Tecnológica sueñan que, en esa época, “internet despertará” como una especie de supraentidad planetaria consciente de sí misma.
Quien escribe sospecha que en ese momento conoceremos la Singularidad Humana a plena potencia. La incógnita es cómo se presentará.



>>> SINGULARIDADES 3: Mutaciones y Conciencia Global


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